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Jill preguntó - ¿cuál es el propósito de la existencia? Esta es una gran pregunta espiritual, y ciertamente una que es importante para la mayoría de las personas en algún punto. Tengo mis puntos de vista en el asunto, pero esta era una instancia en donde no quería compartirlas en ese momento. Primeramente, eso me colocaba como una autoridad, y no creo que posea ningún conocimiento real mayor que cualquier otra persona sobre esta pregunta Segundo, mi interés está en comenzar con la raíz de lo que el cliente cree. Ellos tendrán alguna clase de cosmología, algún tipo de marco de creencias, aún si es dentro del ateísmo o agnosticismo. Es importante obtener estas creencias, sacarlas del cliente. A veces son algo poco claras, en cuyo caso un cuestionamiento activo y un proceso de escucha activa resultan de apoyo para ayudarlos a identificar en lo que realmente creen. Otros van a tener creencias muy detalladas o muy fuertes sobre estas preguntas. "Depende" mucho del cliente y de donde están que tan útil que sea el dialogo. Puede ser necesario ayudarlos a clarificar su propio sistema de creencias. Quizás sea para asistirlos en deconstruir sistemas de creencias heredados o viejos, con la finalidad de encontrar lo que actualmente les calza. O, puede ser ofrecerles algunas de mis propias creencias, para que ellos "les prueben la talla", ayudándolos a clarificar sus propias creencias –quizás en oposición a las mías. Jill sí esbozó algunas de sus creencias sobre el propósito de la vida. Estuve de acuerdo en la mayor parte con ella, pero no concordé en otras. Traje a colación mis diferencias, no de una forma argumentativa y antagonista, sino como parte de crear un dialogo sobre el tema. La apoyé a considerar lo que decía, para encontrar lo que mejor le calzaba, y ver en donde estaría abierta o interesada a expandir su sistema de creencia actual, o confrontar lugares de inconsistencia o rigidez. De esta forma, podemos usar el contexto de dialogo terapéutico para trabajar en tal contenido cognitivo –alrededor de un tema que puede ser abstracto y poco centrado. Así que también es útil luego de tal intercambio encontrar las implicaciones de esto en la vida del cliente, incluyendo el aquí y ahora. Esto ayuda a centrar el proceso.
Jasmine respondió al tema de Sufrimiento Religioso. Esto describe traumas emocionales experimentados en contexto de situaciones religiosas. Habló sobre ser una mujer joven y abrazar entusiastamente el Budismo, unirse a un templo por un tiempo, despertar temprano para recitar los sutras. Ella estaba trabajando como secretaria para la asociación Budista, y fue testigo de muchas escenas que la perturbaron y molestaron –profesores principales quienes mostraban una actitud calmada y sagrada en público, pero que en privado despotricaban y desvariaban, gritaban en reuniones, y se comportaban en formas que no evidenciaban la espiritualidad que predicaban. Así que se distanció del grupo. Años luego, cuando experimentaba significantes situaciones estresantes en su vida, volvió al Budismo, y se unió a otros grupos. Ella asistía a algunos estudios formales, enseñados por monjas, y encontró que se mostraban intolerantes a las diferencias, impidiendo preguntas, y haciendo afirmaciones disparatadas sobre otros grupos. A través de un número de años, fue testigo de muchas cosas que continuaban molestándola y asombrándola. Eventualmente, se llegó a sentir muy molesta y reactiva, aún cuando continuaba las prácticas por su cuenta. No sentía la libertad de hablar con nadie sobre esto, así que había mantenido dentro su dolor por años. Ahora, con la oportunidad de expresarse, Jasmine estaba muy enojada, y muy energizada. Finalmente sintió que podía hablar, y discutirlo. La motivé, mostrando que en terapia había libertad de hablar sobre sus experiencias y sentimientos. Así que se sintió más energizada. Traje una almohada, y la invité a poner la primera persona allí con la que quisiera hablar. Ella habló con un monje que era la cabeza de una de las organizaciones de las que ella era parte. Estaba muy enojada con él, dándole una lista de cosas por las cuales estaba molesta. Sin embargo, debía interrumpirla, para pedirle que agregara "y estoy molesta sobre eso" al final de cada oración. Lo que sucede frecuentemente en estas situaciones es que la persona tiene una gran lista de cosas por decir, pero pueden evitar incluirse a si mismas, o articular los sentimientos que tienen. Esto se convierte en una diatriba, lo cual no es generalmente útil o sanador. Genera energía en vez de liberarla. Y mantiene a la persona distanciada de sus sentimientos fuertes al proyectarlos únicamente a otros. Así que es necesario asegurar que conecten con cada crítica con un sentimiento. Encontró esto difícil de hacer. Frecuentemente las personas involucradas con religión o espiritualidad por mucho tiempo son entrenadas en distanciarse de sus sentimientos. Le dijo al monje "Me gustaría quitarte tus trajes, convertirte en una persona común". Así que la invité a que se imaginara haciendo esto. La invité también a que usara algunas malas palabras que se le ocurrieran –esta es otra forma en la cual alguien puede expresar completamente su frustración, especialmente para alguien que usualmente no maldice. Luego pasamos a través de una sucesión de personas con las cuales tenía asuntos sin terminar, mayormente autoridades religiosas, pero también incluía un grupo de personas religiosas. Finalmente, sintió un gran alivio, una carga levantada de sus hombros, que había estado cargando por mucho tiempo. Luego fue capaz de llegar a la afirmación – "No soy más una Budista".Le sugerí que hiciera una afirmación de la clase de "Sigo mi propia verdad" (una frase que ella había usado previamente). Esta era la afirmación integradora –ella adueñándose de su propia espiritualidad, sin depender más de otros, y capaz de definir lo que significaba para ella. La psicoterapia en general, y la Gestalt en particular, puede ser usada efectivamente para lidiar con esta clase de heridas religiosas. Sin tal apoyo terapéutico, simplemente tienden a enterrarlo, con consecuencias negativas tanto emocionalmente como espiritualmente.
Katie habló sobre su relación con su esposo. Había sido muy doloroso por mucho tiempo. No habían tenido relaciones sexuales por 10 años. Ella se sentía hacia él como hermanos –"una familia" pero sin sentido de intimidad. Él había sido testarudo, egoísta, insensible, y dominante. Los hijos también se habían distanciado de él por estas razones. Había pasado los últimos años haciendo bastante trabajo en sí misma, encontrando su propia felicidad. Habían salido en un viaje familiar. Los niños, ahora más grandes, estaban fuera en la noche, y eran solo ellos dos. Él se le acercó y le dio un abrazo. Ella estaba asombrada, asustada, y muy tensa. No sentía cariño hacia él en un nivel físico, y estaba muy incómoda tanto con su propia reacción, como con la acción de él. Cuando llegaron a casa, él comenzó a cambiar. Dejó su actitud beligerante. Comenzó a hacer cosas lindas por ella. Ella estaba siendo muy cautelosa, y tenía muchos miedos, esto podía ser solo un cambio temporal. Que tal si trataba se acercarse de nuevo a ella Le comenté que si ella actuaba a través de miedo, esto realmente podía ser tan solo un cambio temporal, y sus propias acciones revertirían el sistema a su estado previo. Esto era confrontarla con sus propias opciones y responsabilidad en mantener el sistema actual, y examinar su inversión en él, sin importar lo mucho que pueda quejarse. Esto era un tema más grande, para continuar trabajando. Pero en este momento, le sugerí que identificara dónde y cómo estaría cómoda dándole a su esposo "recompensas" por sus cambios. Esto basado en el principio de dar y recibir en una relación. Entre compañeros de matrimonio, es esencial que haya una clase de balance sistémico. En este caso, ella claramente había dado más, y él había tomado más. A pesar de que se quejara de la situación, ella había tenido responsabilidad en el crearla y mantener el desbalance. Al comenzar a hacer algo diferente recientemente, ella tenía un impacto en el balance sistémico. Un resultado es que él había comenzado a dar en vez de solo tomar. Sin embargo, tal acto en su parte es más probable que continúe si comienza un círculo "virtuoso" mutuo, en vez del círculo vicioso en el que habían estado encerrados. Su rol en eso sería dar algo a cambio, sin importar lo pequeño. Esto sin embargo la confrontaba con su amargura y resentimiento, el cual tendría que hallar una forma de superar, para ser capaz de encontrar algo nuevo que desarrollar. Su miedo era que él tomara cualquier amabilidad de parte de ella de "forma equivocada". Señalé que esto era adelantarse. El foco necesitaba estar en el presente –lo que tenía la capacidad de dar, y sus limites sobre lo que estaba dispuesta a recibir de él, o que tan cerca estaba lista para estar. Ella necesitaba hacerle claro que solo podía dar un paso a la vez hacia él, y necesitaba que él se moviera al mismo ritmo. Cuando una relación ha estado congelada por mucho tiempo, parece que nunca puede cambiar. Pero la Teoría de Campo nos dice que el cambio es la esencia de la vida, las cosas cambian todo el tiempo. Cuando nos adentramos en ese flujo, comenzamos a reconocer y sentir lo rápido que las cosas pueden cambiar. El tema allí es cuanto apoyo tenga la persona para integrar el cambio. En Gestalt estamos más orientados a cambios pequeños, que cambios grandes y dramáticos. El problema es siempre, para cual paso hay apoyo interno y externo, donde puede expresarse la capacidad de decisión, como puede una persona encontrar su propio compás, en vez de actuar de acuerdo a la expectativa de otros.
Victor quería entender más sobre lo que era espiritualidad, pero no estaba claro. El Gestalt puede ser usado con cualquier figura de interés, y no requiere que el terapeuta sea alguna clase de experto para poder ayudar a alguien a clarificar su consciencia, o dar sentido a su experiencia. Así que le pregunté sobre su marco conceptual –sus creencias sobre espiritualidad – ya que su deseo era "comprensión" lo que implica algún contenido mental. Esta es la primera manera de ayudar a alguien a articular su propia espiritualidad –en términos de su pensamiento. Él reportó ser Budista Luego le pregunté sobre su experiencia. Esto es un buen lugar para comenzar con espiritualidad, ya que puede fácilmente convertirse en un tema emocionante y esotérico, y la experiencia, incluso las trascendentales, son básicas en el ser. Habló sobre la vez que había hecho una práctica espiritual por una hora cada día. Este es el segundo determinante de espiritualidad –prácticas. Le pregunté qué clase de experiencias espirituales había tenido como resultado. Victor dijo que no sabía realmente. Él había notado que se volvió más sensible a otros, y a sus sentimientos y estados. También notó que con clientes de trabajo, era capaz de sincronizarse más plenamente –de nuevo un incremento en sensibilidad. También se sintió más en sincronía con el ambiente natural, en ese lugar de sensibilidad incrementada. Aún así, él no entendía muy bien lo que esto significaba, o exactamente lo que era la espiritualidad. Señalé que estas experiencias estaban relacionadas unas a otras, a algo fuera de sí mismo. Le pregunté el impacto de estas prácticas en su experiencia interna. Él reportó un sentimiento de paz. Puntualicé que esta era una buena manera de responder la pregunta "¿qué es espiritualidad?". Lo comprendió de inmediato, no solo cognitivamente, pero en su ser. Él había tenido una experiencia espiritual, pero ser invitado a articularla lo ayudaba a relacionarla cognitivamente: a darle sentido –lo que era su deseo original. Sin embargo, esto de "darle sentido" ahora estaba más adentrado y relacionado directamente con su experiencia, en vez de un marco teórico que pudo haber aprendido de alguien más. Allí lo invité a recordar ese sentimiento que tuvo luego de las sesiones de práctica espiritual. Él recordó, y luego le pedí que expresara esta experiencia en el presente. Esta es una invitación Gestalt estándar. El reportó sentir un poco de esa paz. Luego le mostré esto como una práctica espiritual que podía hacer momento a momento, cultivando ese sentido de paz. Esto hizo que todo cayera en su sitio para él. Ahora tenía una forma de conectar sus experiencias, conceptos, y prácticas en una forma centrada en el presente, viva. Esta es la clase de integración que generalmente buscamos en Gestalt, y es particularmente potente cuando está hecha alrededor del tema de espiritualidad.
Brenda trajo el tema de autenticidad. Pero lo definió como una práctica espiritual que quería ser capaz de alcanzar, en vez de solo un método psicológico. No comprendía completamente como ella diferenciaba esto, pero estaba feliz de trabajar con ella para descubrirlo. Habló de una situación en el trabajo con un cliente, a quien sentía que tenía que complacer, y no contradecir, aún cuando sabía que sus planes no darían un beneficio. Forzada por la presión de la compañía, nociones de cómo estar con clientes, y su propio miedo a la confrontación y rechazo, se encontró a sí misma actuando de forma inauténtica con el cliente. Parece que el problema fundamental de una falta de autenticidad era miedo. Dado que el tema era espiritualidad, quería encontrarle prácticas en un nivel espiritual. Ella explicó que se calmaba a sí misma, usando una especie de meditación para hacerlo, luego rezaba por dirección. La invité a hacer un experimento. Alguien más en el grupo haría de cliente, y Brenda ofrecería las palabras. A medida que escuché lo que el "cliente" le dijo, noté que sonaba como el cliente que era bastante mandón y agresivo –diciéndole que necesitaba hacer lo que ellos querían. Le pregunté que estaba sintiendo en respuesta a la actitud agresiva. Ella respondió "no es justo". Le señalé que esto era un pensamiento, no un sentimiento. Es importante en terapia diferenciar los pensamientos de los sentimientos, y en este caso, su respuesta aún no me decía su sentimiento. Con algo de ayuda, ella identificó sentirse frustrada. Así, la figura había cambiado. De hecho debajo de la dificultad de ser auténtica no solo había miedo, sino su propia agresión. Esto siempre era difícil de identificar, ya que la gente tiende a no identificar su agresión, identificándose en vez con una posición más tipo víctima – en este caso, su miedo al rechazo. Así que siempre es valioso desde un punto de vista de Gestalt localizar la agresión, ya que esto representa energía útil para la acción, cambio. En este caso sin embargo, tomé una señal de ella – ella no quería trabajar con la agresión psicológicamente sino espiritualmente. Esto me sugirió no dirigirla a "sentir y expresa" la ira, la cual habría sido la formula terapéutica normal. Sin en cambio, encontrar lo que significa trabajarlo espiritualmente Así que le pedí que usara sus prácticas espirituales, en el momento, para trabajar su frustración. Ella hizo esto, silenciosamente. Cuando abrió los ojos dijo "se fue". Le creí y no necesité probarla para "asegurarme" que esto no fuese un truco que se estuviese jugando a sí misma. Tenía mi propia sensación de que ella estaba en lo cierto –la expresión en su cara era muy abierta, y en el Gestalt contemporáneo generalmente no queremos "confrontar" personas, trabajando en vez con la subjetividad de su experiencia. No vi nada que indicara una contradicción con lo que ella reportaba, así que estaba feliz de aceptar esto. Si alguien se involucra en un proceso "espiritual" basado en alguna clase de "debería" entonces podría ciertamente ser posible que de hecho lo usaran para impedir emoción, o entrar en contacto con sus sentimientos. Pero eso no parecía ser el caso aquí. Esto representa una manera de usar un proceso de Gestalt para trabajar con un problema que está enmarcado como espiritual.
Sylvia trajo un tema complejo. Ella quería ser capaz de tomar más responsabilidad por sí misma, como una clase de práctica espiritual, pero cuando se enfrentaba con ciertas personas, los alejaba y creaba distancia. Además, se presionaba a sí misma, así que tomar más responsabilidad se sentía como ahorcarse a sí mismo. Le pregunté lo que estaba sintiendo en el presente, y reportó confusión. En Gestalt, siempre queremos específicos, ya que los problemas generales no van a generar una consciencia enfocada. Así que le pregunté por un ejemplo específico. Ella habló sobre una vieja amiga con la cual había entrado en negocios. Habían surgido problemas, y terminaron riñendo, yendo en direcciones diferentes. Ella mencionó algunas de las diferencias que tuvieron, y sus frustraciones con su amiga. Mi interés, como es usualmente el caso en Gestalt, no era el contenido, sino la dinámica en la relación. Ella explicó que no había hablado de esto con nadie, ya que se ponía presión en sí misma, que como una mentora, que no debería tener esta clase de dificultades, y segundo que no quería generar rumores. Así que primero respondí con una declaración racional, reconociendo su vulnerabilidad en compartir este tema. Esto es un reconocimiento importante de apoyo que existe entre nosotros. Le pregunté cual sería la diferencia si tomase más responsabilidad. Ella contestó que podría ser más tolerante. Esto es lo que llamamos una "nueva figura" emergiendo. En un proceso de Gestalt prestamos atención a las figuras de interés, y a veces con la que comenzamos no es la más importante. Así que le pregunté sobre tolerancia. Sylvia respondió –"Debería ser tolerante y no alejarla" En Gestalt, "Debería" es siempre una palabra sobresaliente –representando un nivel de no tomar responsabilidad (atribuyendo motivación a una fuente externa), e indicando una especie de mandato universal que ha sido aguantado. Así que hay un número de maneras en las que trabajamos con esto. Primero, está la identificación de la fuente del debería. Así que le dije –"más tolerante, ¿de acuerdo a quien?" Esto nos conecta con la aparente totalidad del mandato en una relación. Sylvia mencionó cuatro fuentes –ideales de perfección espiritual, sus creencias familiares, creencias culturales, y su propia motivación de ser mejor que las circunstancias en las que fue criada. Podríamos haber trabajado más específicamente con alguna de estas, y serían buenas para trabajo a futuro en lo que llamamos introyecciones –creencias que han sido tragadas. Pero quería mantener el ritmo. Le pedí que representara las cuatro fuentes de debería como objetos… los cuales situó en frente de ella. Le pregunté lo que sentía. Ella dijo que sentía algo oscuro. Le sugerí que donde está el deseo de ser tolerante, probablemente está la necesidad de reconocer intolerancia primero. Este es el abordaje de Gestalt a las polaridades. Así que le pedí que tomara la tolerancia en una mano, y la intolerancia en la otra, y luego dijera a cada una de las cuatro fuentes de debería que ella era de hecho tanto tolerante como intolerante. Esto le permite nombrar y adueñarse de la complejidad de su experiencia, de cara a la presión de las introyecciones de ser simplemente una cosa. Luego coloqué un objeto en frente de ella para representar su antiguo amigo, e invité a Sylvia a que le dijera lo mismo. De nuevo, para enfocar la figura, le pedí que fuese específica al decirle a su amiga lo que no estaba dispuesta a tolerar. Ella hizo unos enunciados claros. Compartí con ella que tenía una opinión positiva –que su incapacidad de tolerar ciertos comportamientos era una acción psicológica sana. A veces en terapia es apropiado compartir una opinión, siempre y cuando es real y es una intervención muy específica. En este caso, quería ofrecer mi apoyo autoritario a ella adueñándose de su intolerancia, y también reconocer que de hecho estaba tomando responsabilidad. ¿Que quedaba por hacer entonces? Ella estaba interesada en espiritualidad aplicada, así que le sugerí que ahora podríamos revisar lo que podría significar ser tolerante espiritualmente en este lugar, luego de haber dibujado un límite psicológicamente saludable. El ser capaz de adueñarse de su propia intolerancia ahora la liberaba para encontrar donde y que tanto estaba dispuesta a ser tolerante –no desde un debería, pero porque esto era un estiramiento genuino que ella quería hacer. Le di un ejemplo de donde yo luchaba con lo mismo, y reconocí el reto en esto. Al traerme a mí mismo, hice esto un proceso relacional, en vez de solo uno facilitado. También "hice algo del trabajo" al mirar a mi propio auto reflejo, en vez de pedirle a ella que hiciera todo el trabajo de descubrirlo. Esto es parte del proceso yo-tú de Gestalt. Al unirme a ella en este lugar fui capaz de ofrecer algo de apoyo interpersonal, y reconocer la dificultad de localizar una capacidad genuina para tolerancia, en una forma que fuese real, y que involucrara un crecimiento personal. Sylvia había ganado una idea de lo que necesitaba hacer, como hacerlo, y tenía la claridad y la base ahora para ser capaz de practicar tolerancia en un lugar espiritual, habiéndose hecho cargo de la psicológica. Esto es un ejemplo de la integración de la psicoterapia y espiritualidad.
Louisa había estado involucrada en trabajo de desarrollo personal por más de 10 años. No había hecho un entrenamiento profesional completo, pero había asistido a muchos seminarios, hecho su propio estudio, y estaba comprometida con tu propio crecimiento. Era reconocida por sus amigos como una mujer muy fuerte. A medida que la conocí, estuve de acuerdo –podía ver una fuerza profunda en ella. Por supuesto, ella también sabía esto sobre sí misma, aunque estaba también enfocada en lo que necesitaba aprender, sus áreas débiles, y los lugares en los que no era tan exitosa como le gustaría. Le sugerí –porqué no enseñar a otros como encontrar la fuerza que tú tienes. Louisa primero pensó que no era lo suficientemente exitosa externamente –ella no ganaba mucho dinero con lo que hacía. Le señalé que era su éxito interno lo que importaba –sin importar lo que le pasara, ella no se permitía estar intimidada, rendirse. Llevaba esa fuerza interna con ella, y solo porque ella no lo había convertido en ganar mucho dinero, no significaba mucho excepto en términos muy superficiales. Luego dijo que no sabía cómo enseñarle a otros lo que sabía –solo era natural para ella. Allí la llevé a través de un proceso de consciencia, alejándose se sí misma, y observando lo que hacía en un número de circunstancias para encontrar su fuerza. Ella habló de su auto charla, su actitud, y también le pregunté sobre lo que hacía a nivel somático. Señalé que esta clase de auto reflejo era la base de ser capaz de enseñar a otros lo que sabía. Los principios de Gestalt aquí son primeramente retroalimentación –dar al cliente algo de mi experiencia con ellos. Eso podía ser "positivo" o "negativo", pero eso es de cierto modo irrelevante. El punto está en que es sobre como yo los experimento, y el impacto que eso tiene en mi. Ese tipo de retroalimentación es bastante valioso para alguien –ser realmente visto. Es confirmante, es reconocedor, y ofrece un terreno sólido valioso para la conversación terapéutica. También ayuda a las personas a identificar su estilo único en el mundo –el cual es realmente lo que tienen que ofrecer en la relación, y por extensión, en su trabajo. Segundo, la ayudé a través de un proceso de consciencia para deconstruir sus trabajos internos. Esto es muy útil en muchas circunstancias –es una cuestión de "como" cada uno hacemos lo que hacemos. Al abrir esto, más oportunidades se hacen disponibles –en este caso, el ser capaz de enseñarlo. Tercero, como terapeutas, podemos hacer nuestro propio proceso de deconstrucción, permitiéndonos describir a los clientes lo que conocemos y entendemos. Esto es necesario para nuestro propio auto reflejo, y recibir retroalimentación de calidad nosotros mismos.
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