Brigitte trajo a colación un conflicto que tuvo con su esposo hace 18 años. Ella quería que sus padres vivieran con ellos, y él no.
Así que la invité al diálogo Gestalt clásico, usando dos almohadas, una para ella y otra para su marido.
En el curso de la "conversación" ella hizo dos declaraciones. La primera se sentía culpable por su estar en una situación de familia feliz, pero no tener a sus padres allí. La segunda fue que deberían considerar las necesidades de sus padres.
Tomé la culpa -, ya que generalmente se disfraza mejor tras un "debería". Efectivamente, el debería fue: "Yo no debería estar más feliz que mis padres '.
Así que le pedí que pusiera al "debería" en la almohada y después una conversación se produjo. El "debería" daba una conferencia de cómo ser bueno con sus padres. Su respuesta fue un enojado uno - no me digas cómo vivir.
Le pedí que se moviera hacia atrás y adelante en la conversación. En un momento, en cierto modo colapsó - dijo "esta bien" al deber. Pero esto no fue una declaración real, por lo que nos dimos cuenta de eso y la animó a seguir adelante.
Entonces recordo algo: - cuando tenía 5 y su madre le estaba dando de comer y le dijo: un día, cuando seas grande tendras que cuidarme.
Así que le pedí que hablara utilizando esa declaración de su madre, pero ahora desde su posición, como una mujer de 43 años de edad. Ella dijo - Yo soy tu hija, no tu madre. Eso de que tengo que cuidar de ti, no es del todo correcto.
Ella estaba muy clara en esto. Algo se instaló en ella, lo que llamamos "integración" - donde visión + una experiencia encarnada y un cambio en la energía y todos llegando junto.
Esto aclaró el "debería" de una manera que condujo a lo que llamamos 'digestión', es decir, tomar lo que es nutritivo y dejar el resto.
Los deberías son creencias no digeribles que llevamos con nosotros desde la sociedad o de los padres. Pueden tener la verdad y el valor en ellos, pero tienen que ser procesados para encontrar lo que se ajusta para cada persona. De lo contrario, siguen mandando- consciente o inconscientemente, de una manera tiránica. Ya no oímos los mensajes externamente – sino que los interiorizamos - introyectamos.
Así que en Gestalt los reexaminemos, para traerlos al presente.
Así que la invité al diálogo Gestalt clásico, usando dos almohadas, una para ella y otra para su marido.
En el curso de la "conversación" ella hizo dos declaraciones. La primera se sentía culpable por su estar en una situación de familia feliz, pero no tener a sus padres allí. La segunda fue que deberían considerar las necesidades de sus padres.
Tomé la culpa -, ya que generalmente se disfraza mejor tras un "debería". Efectivamente, el debería fue: "Yo no debería estar más feliz que mis padres '.
Así que le pedí que pusiera al "debería" en la almohada y después una conversación se produjo. El "debería" daba una conferencia de cómo ser bueno con sus padres. Su respuesta fue un enojado uno - no me digas cómo vivir.
Le pedí que se moviera hacia atrás y adelante en la conversación. En un momento, en cierto modo colapsó - dijo "esta bien" al deber. Pero esto no fue una declaración real, por lo que nos dimos cuenta de eso y la animó a seguir adelante.
Entonces recordo algo: - cuando tenía 5 y su madre le estaba dando de comer y le dijo: un día, cuando seas grande tendras que cuidarme.
Así que le pedí que hablara utilizando esa declaración de su madre, pero ahora desde su posición, como una mujer de 43 años de edad. Ella dijo - Yo soy tu hija, no tu madre. Eso de que tengo que cuidar de ti, no es del todo correcto.
Ella estaba muy clara en esto. Algo se instaló en ella, lo que llamamos "integración" - donde visión + una experiencia encarnada y un cambio en la energía y todos llegando junto.
Esto aclaró el "debería" de una manera que condujo a lo que llamamos 'digestión', es decir, tomar lo que es nutritivo y dejar el resto.
Los deberías son creencias no digeribles que llevamos con nosotros desde la sociedad o de los padres. Pueden tener la verdad y el valor en ellos, pero tienen que ser procesados para encontrar lo que se ajusta para cada persona. De lo contrario, siguen mandando- consciente o inconscientemente, de una manera tiránica. Ya no oímos los mensajes externamente – sino que los interiorizamos - introyectamos.
Así que en Gestalt los reexaminemos, para traerlos al presente.
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